Crean una pintura que permite detectar tensiones estructurales en edificios
Se ha realizado con nanotubos de carbono, y funciona
junto a un espectrómetro infrarrojo portátil
Tendencias21.net. Pablo Javier Piacente. Lunes, 25 de Junio 2012
Ingenieros e investigadores de Rice University, en Estados Unidos, han
creado una pintura a base de nanotubos de carbono que es capaz de
detectar deformaciones y tensiones en construcciones y estructuras
varias, pudiendo aplicarse para prevenir accidentes y fallas en edificios,
puentes y aviones, por ejemplo. La información que aporta la pintura
se obtiene sin tocar la estructura, y puede leerse mediante un
espectrómetro infrarrojo portátil. Por Pablo Javier Piacente.
Una nueva pintura confeccionada con nanotubos de carbono por especialistas
de la Rice University de Estados Unidos facilitará la detección de fallas
estructurales en edificios, puentes y aviones, convirtiéndose en una herramienta
vital para optimizar la prevención de accidentes relacionados con estas
deformaciones y averías. Un punto clave es que los datos se obtienen sin
necesidad de intervenir sobre las estructuras, empleándose un espectrómetro
infrarrojo portátil para descifrar la información.
La investigación que desembocó en la nueva pintura fue difundida mediante
una nota de prensa de Rice University, y además se desarrolló en un artículo
publicado recientemente en el medio especializado Nano Letters, de la
American Chemical Society, y que fue titulado “Strain Paint: Noncontact Strain
Measurement Using Single-Walled Carbon Nanotube Composite Coatings”.
El revestimiento compuesto podría indicar cuando un material está mostrando
signos de deformación, con anterioridad a que los efectos se hagan visibles y sin
tocar la estructura. Los especialistas indicaron que esto proporciona una gran
ventaja sobre los medidores de tensión convencionales, ya que los mismos
deben estar conectados físicamente a sus dispositivos de lectura.
Además, el sistema basado en nanotubos de carbono podría medir la tensión
estructural en cualquier lugar y en todo tipo de dirección. El descubrimiento es
el resultado de un largo proceso de trabajo con los nanotubos de carbono y la
exploración de sus propiedades por parte de un equipo conducido por Bruce
Weisman, profesor en Rice University.
Mayor efectividad y versatilidad
Los nanotubos de carbono que conforman la pintura son alrededor de 50.000
veces más delgados que un cabello humano, y aunque se ubican en la
superficie de las estructuras pueden dar una imagen clara de lo que está
pasando por debajo, descubriendo fisuras, tensiones excesivas y cualquier otra
anomalía que pueda constituir un peligro.
Las ventajas son evidentes con respecto a otros sistemas. En el caso de los
aviones, por ejemplo, los técnicos están acostumbrados a trabajar con
detectores convencionales de tensión, que deben ubicarse en lugares
específicos en las alas, las cuales se someten a pruebas de vibración para evaluar
su comportamiento.
Estos trabajos solamente pueden realizarse en tierra, y permiten únicamente la
medición de partes de las alas, en direcciones y lugares específicos donde los
medidores de tensión están conectados. Con la nueva técnica, que no requiere
contacto físico con ningún dispositivo, es posible leer los datos aportados por la
pintura en cualquier parte de las alas o de la estructura, sin limitaciones en
cuanto a la dirección.
Asimismo, la pintura puede ser diseñada con propiedades multifuncionales y
para aplicaciones específicas. En consecuencia, también puede tener otros
beneficios además de la detección de tensiones estructurales, como por ejemplo
funcionar a modo de una película protectora que impida la corrosión o para
aumentar la resistencia del material subyacente.
La ilustración muestra la forma en la cual un espectrómetro infrarrojo podría
leer los niveles de tensión en un material recubierto con la pintura de
nanotubos de carbono creada en Rice University. Imagen: Bruce Weisman/Rice
University.
Desafíos a superar
Sin embargo, Weisman aclaró que se requerirá un mayor desarrollo de la
pintura antes que el producto pueda salir al mercado. Resulta imprescindible
optimizar los detalles de composición y preparación, y encontrar la mejor
manera de aplicar la pintura a las superficies que serán monitoreadas.
Los problemas de fabricación y de ingeniería deben ser solucionados para
asegurar un correcto funcionamiento de la pintura, incluso antes de empezar a
trabajar con los instrumentos portátiles de lectura, que también deberán ser
optimizados. No pueden obviarse tampoco determinadas cuestiones relativas a
la relación entre el mundo nanométrico y las estructuras a escala macro que
deben medirse.
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